El Festival After Cage, organizado por el colectivo artístico E7.2, convierte al Museo Oteiza en epicentro de la experimentación creativa contemporánea durante los días 24 y 25 de octubre de 2025. Bajo el lema ‘Espacio de Ámbitos expresivos’, se presenta el proyecto Eszku, una colaboración del Colectivo E7.2 con el Trío Zukan y el compositor Juan José Eslava, fruto de un trabajo iniciado en 2023 con la Fundación-Museo Jorge Oteiza, tendrá dos citas: por un lado, el 24 de octubre a las 19:30 horas, el Museo Oteiza acogerá un encuentro abierto con el compositor Juanjo Eslava, el trío Zukan y el Colectivo E7.2 para explicar el proceso creativo de «Eszku».
El 25 de octubre a las 12:00 horas, el Museo Oteiza de Alzuza será el escenario de la puesta en escena de «Eszku», fusionando lo musical con las artes visuales y la consciencia espiritual. Esta representación marcará el inicio de una gira.

Trío Zukan
La propuesta central, Eszku, es fruto de la colaboración entre el compositor Juanjo Eslava y el reconocido Trio Zukan, junto al apoyo del Museo Jorge Oteiza y E7.2. Partiendo de la idea de desbordar el formato tradicional del concierto, Eszku explora situaciones expositivas donde la música se fusiona con elementos corporales, espaciales y lumínicos, instaurando lo que denominan “un tiempo volumétrico y encuerpado”.
Con una combinación instrumental insólita —txistu, acordeón y percusión—, Trio Zukan y Juanjo Eslava sumergen al público en una experiencia multisensorial que dialoga abiertamente con la poesía visual y escultórica de Oteiza. El espectáculo trasciende lo puramente acústico, incorporando acciones performativas, interacción con el público y un despliegue técnico que transforma el espacio en parte de la obra artística.
El acto incluye tanto momentos de performance en directo como instalaciones sonoras interactivas, en las que la composición y el espacio arquitectónico forman una nueva unidad. El carácter modular de Eszku permite a cada participante experimentar el encuentro sonoro de manera única, abandonando el discurso lineal y propiciando relaciones abiertas entre músicos, espectadores y el entorno.
Eszku subraya la importancia de la tecnología y la acústica del espacio, utilizando análisis de frecuencias y procesado en vivo de la reverberación natural, junto con objetos-escultura que activan fuentes de luz y sonido.